PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 1

El Atlético empieza la Liga colíder

Álvaro Morata entra en la Liga tocado por el duende del gol y resuelve el partido de Getafe

Aprovecha dos pases magistrales de Joao, con quien forma una sociedad letal

El Getafe tuvo el empate en la primera parte en un disparo mordido de Mayoral al travesaño

Witsel lideró una defensa impecable que dejó inédito a Jan Oblak, que no hizo ni una parada

Griezmann volvió a marcar en Liga con un zurdazo imparable desde fuera del área

El Atlético empieza la Liga colíder
Tomeu Maura

El Atlético entra en la Liga con paso firme y sin fisuras, convertido en colíder junto al Villarreal, precisamente el rival con el que se enfrentará en la próxima jornada en el Metropolitano. Dos goles de Álvaro Morata y otro de Griezmann le dan la victoria en Getafe en un partido que reivindica la sociedad que el delantero madrileño forma con Joao, y que está llamada a ser una de las más letales de la competición. El equipo volvió a sustentarse en una defensa impecable que dejó a Oblak inédito, aunque es cierto que con el 0-1 Mayoral estrelló un balón en el travesaño que pudo haberlo cambiado todo.

El fútbol profesional está repleto de Expedientes X. El de Álvaro Morata es el último de ellos. La Juventus se tiró un farol para bajar su precio y el Atlético, que no contaba con él en la planificación de la temporada, se encuentra ahora con un delantero centro que vale su precio en oro. El madrileño ha llegado a la Liga tocado por el duende del gol y no hay nadie en su sano juicio que le pueda discutir la titularidad porque su aportación al equipo se traduce en puntos. Hoy mismo, tres en Getafe para permitir al equipo arrancar la temporada con el máximo botín.

Morata y Joao forman hoy una sociedad tan compenetrada como efectiva. El portugués está más fino que nunca y su ingenio parece desbordado. Suma dos asistencias de gol tras la primera jornada y él mismo no marcó porque Soria le tapó in extremis. La tarde perfecta para Simeone se culminó con el gol de Griezmann, que entierra en Getafe una maldición de más de medio año sin anotar en un partido oficial. No lo conseguía desde el seis de enero en Copa ante el Rayo Majadahonda.

Consciente de la enorme cantidad de primeras partes desperdiciadas el año pasado, el Atlético pisó el Coliseum con el parche en el ojo y el cuchillo entre los dientes y en la primera jugada del partido Marcos Llorente  ya pisó el área del Getafe. Toda una declaración de intenciones que no tardó en dar sus frutos. A los 15 minutos combinaron Saúl, Lemar y Joao y culminó Morata con un zurdazo desde fuera del área al que no llegó Soria.

Cumplido el primer objetivo, el equipo levantó el pie del acelerador y permitió que el Getafe entrara por primera vez en el partido. La respuesta de los de Quique fue un remate desviado de Enes Unal a pase de Iglesias que no le causó problemas a Oblak. El esloveno, en cambio, sí que asistió con mayor preocupación a un disparo mordido en el segundo palo de Borja Mayoral que golpeó en la parte exterior del travesaño en la recta final de la primera parte, en la mejor llegada azulona del primer tramo del partido.

Mientras, en el otra portería, a Soria no se le acumuló el trabajo. El Atlético apareció con cuentagotas en las cercanías del área a pesar de la buena actitud de Joao, que lo intentó desde lejos en un disparo desviado. Nahuel y Llorente formaron una buena asociación en la banda derecha, pero al argentino le faltó precisión en los pases, mientras que por el otro costado Saúl estuvo más pendiente de Iglesias que de aportar algo en ataque. Al final, cuando Sánchez Martínez dio por terminado el primer acto, la sensación que quedó fue que el equipo iba a necesitar proponer algo más tras la reanudación.

Joao pareció asumir el reto al regreso del descanso reclamando el balón, pero quien primero pisó el área fue el Getafe. A los 51 minutos Mayoral arrancó en el centro del campo y le entregó un balón muy valioso a Enes Unal que el turco resolvió con un zurdazo demasiado alto. Simeone, nervioso, miró al banquillo en busca de soluciones mientras en el campo el Atlético se hacía cada vez más pequeño. Quique advirtió las dudas de su rival y apostó por el riesgo. Portu se incorporó al partido y Aleñà se marchó al vestuario.

Fue entonces cuando Joao y Morata volvieron a cambiar el partido. A los 59 minutos el portugués recuperó un balón perdido por el Getafe en defensa y lo convirtió en un pase a lo Laudrup hacia el madrileño, que amortiguó con la derecha y resolvió con la izquierda lejos del alcance de Soria. Cuando más dudas ofrecía el Atlético llegó el gol que doblaba su ventaja y le permitía encarar con cierta comodidad el tramo final de la tarde.

Simeone removió el gallinero con tres cambios de golpe. Carrasco, Griezmann y De Paul dieron oxígeno al equipo ante un rival al que ya no le quedaba fe. Y por si acaso Griezmann se encargó de cortarle la poca que podía mantener con un zurdazo lejano que se convirtió en el 0-3 a los 75 minutos. Joao tuvo el cuarto poco antes de que abandonara el partido junto a Morata para darle minutos a Correa y Cunha en la demostración definitiva de la ingente cantidad de pólvora que tiene esta temporada el Atlético en ataque.

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